El autor bilbaíno narra en esta obra su rehabilitación tras experimentar un infarto cerebral, como respuesta para paliar la desinformación que hay en torno a esta grave enfermedad.
CÍRCULO ROJO.- ‘Seis años de lucha y victoria. ICTUS’ no es una historia de tristeza y mucho menos de desánimo, sino todo lo contrario. Es una obra basada en la vida de su autor, Francisco Querejazu, y que cuenta su recuperación tras sufrir un Ictus, la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres. Lo hace desde una perspectiva de fortaleza, evitando crear un ambiente dramático y con un tono crítico hacía la poca información que existe sobre ello.
La obra fue muy bien recibida en Vocento el pasado 18 de mayo, donde este autor ya jubilado, pudo contar a los asistentes todo acerca de la misma. Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar la primera obra escrita en primera persona sobre esta afección. Francisco cuenta su propia experiencia alejándose del “drama” e incorporando cierto toque de humor, al tiempo que denuncia el “olvido” que sufrió por parte del sistema de salud público.
SINOPSIS
Es una autobiografía parcial. Cuenta en primera persona el proceso físico, psicológico y vital que tuvo que recorrer el autor para superar el ictus o infarto cerebral. En poco más de cien páginas, el lector encuentra, no solo un ejemplo de superación, sino innumerables consejos, amplias descripciones de los tratamientos seguidos y un no poco estimable sentido del humor.
Se trata de un texto escrito con ánimo de ayudar, pero no es un cuento de hadas sobre la superación. La sinceridad es lo más presente en el texto, léxico rico y apropiado, y una descripción valiente y sincera sobre lo que se puede esperar de la Sanidad Pública.
Si espera un dramón, no lo encontrará. El drama es la terrible enfermedad y la gran ignorancia en España sobre este tema.
AUTOR
Francisco (Paco) de Querejazu, de 74 años y nacido en Bilbao.
Jubilado hace veinte años, nunca tuvo tiempo de aburrirse. Estudió bastante, deportista, lector y viajero constante. Amigo de sus amigos y de la buena mesa. Se lio hasta con el teatro aficionado.
La primera vez que le sobraba tiempo, sin poder hacer nada de provecho, alguien le dijo que era el momento de contar sus últimos seis años de rehabilitación del ICTUS, justo cuando le aparcó una cadera rota.
Y aprovechó el tiempo.