Esta novela de narratva costumbrista trata de la contnuación de las vivencias de la familia Saavedra, protagonista de una obra anterior de 2003 que relataba las peripecias de los miembros de la familia en los años noventa del siglo XX, con referencias retrospectivas a gran parte del siglo pasado.
En esta ocasión, el protagonismo recae en Gerardo Saavedra Taviel de Órbigo con toda la tercera generación y cierta presencia de la cuarta.
Desde la dificultad que se observa en la sociedad actual para la conviviencia interna y para que las empresas familiares pervivan más de dos generaciones desde su creación, se analiza la evolución de este grupo de clase media alta y sus empresas como eje que comparten las cuatro ramas de la familia, a la vez que se tratan asuntos de tanta actualidad como la irrupción de las mujeres al poder económico, el mundo de los trasplantes y el de la piratería internacional.
Se vincula esta historia de familia a la idea de un árbol, ficus benjamina, pequeño de nombre y grande con el tempo, por lo que simboliza de contnuidad, estabilidad, fuerza y diversidad por analogía con las diferencias de las distntas ramas de un solo tronco.