El autor de Crónicas de una mañana de verano se diplomó en Informática cuando la cosa estaba aún en pañales. Un mundo cambiante, frío, que necesita renovación diaria de conocimiento. Cursos y más cursos… Bye, bye, finito.
Aficionado a la fotografía, y hace tiempo a la pesca recreativa, devuelvo los peces al mar. En realidad, me inquieta la contaminación en las playas y costas en general. El turismo exagerado, la subida del nivel mar. Cada año que visito una playa tiene menos arena, por algo será. Soy escritor novel, pero quiero intentar, de forma amable, concienciar a la gente joven de la realidad que nos rodea. Antes, una impresora de tinta duraba muchos años, ahora un par; los cartuchos son caros; un ordenador se queda obsoleto en cuatro años, etc. Obsolescencia programada; fabricar más y más, contaminar más y más para enviar la basura al tercer mundo, pero algo se queda por el camino, el mar. No hay que ser pesimista, pero sí estar bien informado.