¿Hay algo de verdad en esta historia? ¿Existió Daniela?
La novela está basada en unos hechos reales que tuvieron lugar en la localidad donde resido. Es cierto que existió una Daniela, pero como lo que averigüé de ella no me servía para crear una novela, opté por la ficción. Tenía la base y el desarrollo y los personajes los creé yo.
¿Cómo surgió esta extraordinaria obra? ¿Qué le motivó a escribirla?
La historia de esta mujer me llamó mucho la atención desde que la conocí. Fui investigando durante muchos años, aunque sin ser consciente de que algún día escribiría sobre ello. A veces, lo comentaba en plan de broma, “de esto se podría escribir un libro”, hasta que me dije: ¿por qué no intentarlo?
Tengo un concepto muy elevado de la justicia social y admiro a lo que yo denomino “héroes anónimos” Esa fue mi motivación: si en situaciones de extremo peligro hay personas valientes que luchan por los más desfavorecidos, creo que muchos podemos aportar nuestro granito de arena para contribuir a una sociedad más justa.
La prostitución es un tema central de su novela. ¿Qué opina de la situación actual de este colectivo? ¿Está de acuerdo con su legalización y normalización?
Soy abolicionista. El tema de la prostitución lo comparo a la trata de esclavos. En la época en que existía la esclavitud en Estados Unidos, los partidarios de ella daban muchos argumentos para defenderla, tal como sucede con la prostitución hoy en día. Para mí la prostitución es la esclavitud que subsiste.
En la novela aparece la prostitución porque la verdadera Daniela fue dueña de un burdel. Eso es algo que me resultó muy difícil plasmar en la novela. Me resultaba muy complicado entender que una mujer con tan buen corazón, como me comentaban todos los que sabían algo de ella, se hubiera dedicado a eso. Intenté pensar cómo podía haber llegado a ello y el resultado está en la obra.
¿Cómo recomendarías La Casa de la Daniela? ¿A quién está dirigida?
Diría que es una novela en la que continuamente están pasando cosas, con unos personajes muy trabajados, que describe una época trágica de la historia de España, como fue la Guerra Civil y en la que he intentado que los lectores reflexionen sobre distintos temas que en otro contexto subsisten en la actualidad.
Sé que existe esa noción del “público objetivo”, pero a mí me gustaría pensar que el texto está dirigido a cualquier persona que quiera leerlo. Hablando de estadísticas, he comprobado que la mayoría de quienes han leído el libro (algo más de un 80%) son mujeres en una franja de edad comprendida entre los 45 y 65 años, así que animo a los hombres restantes y a las personas de otras edades a que la lean.
¿Te atreverías con otro género literario?
Me está llamando mucho la atención la novela negra y me atrevería con ella, pero siempre formándome muy bien sobre sus entresijos. Trabajo mucho lo que escribo y encima soy muy perfeccionista, así que ¿qué más quieres?
Lo mismo me ocurre con el género infantil. No descarto escribir algún día un texto dirigido a los niños.
¿Algún proyecto en ciernes?
Ahora mismo me encuentro revisando mi segunda novela. Estoy deseando que vea la luz, pero soy consciente de que tengo que releerla más de una vez, aunque tampoco conviene pasarse.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
Cuando me hablan de influencias no sé qué contestar. Puedo decir quiénes son los autores que me han marcado y ahí se encuentran Albert Camus, Antonio Machado, Larra, Oriana Fallaci… En la actualidad he conocido otros y me encanta Truman Capote, Amos Oz y Gioconda Belli, por ejemplo.
¿Quién es?
Ana Gil Rodríguez (Haro, 1962). Amante de la literatura desde que tiene uso de razón. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció distintos trabajos (remunerados o no) en Sevilla, su otra tierra, relacionados con las letras y el arte: periodista, presentadora de actos culturales, voz de cuñas publicitarias, dobladora, realizadora de televisión, extra en películas y series… Ha publicado dos relatos con la editorial Bubok. Esta es su primera novela y amenaza que no será la última.