Seguro que alguna vez han leído o escuchado esta pregunta: si pudieses darle algún consejo a tu yo de 15 años, ¿qué le dirías? Parece fácil, pero… Pues bien, imaginen que los capítulos de este libro, Parte de mí, de la autora Stephanie Tovar Carriel, recientemente publicado por la editorial Círculo Rojo, son respuestas a preguntas realizadas, metafóricamente, por nuestro yo del pasado, ese yo que sigue existiendo en nuestro interior y que a veces lastra nuestro desarrollo como adultos. Porque así está construida esta obra, mediante respuestas sencillas que, paradójicamente, responden a complejas preguntas… que ella misma, la autora, se hace.
Por supuesto, no es mi intención desvelar nada de lo que el lector puede encontrar en este libro repleto de ideas, nostalgias, pasiones, sentimientos, llantos y vida. Todo eso y mucho más. Recuerdos y soledades, infancias e ilusiones, dolores y adioses, reencuentros y despedidas. Intentos de aprehender un mundo que se escapa con el tiempo y al que, solo de vez en cuando, podemos agarrarnos. Pero también nos llevará Stephanie a pensar en lo efímera y agria que es la vida cuando se empieza a pensar en ello, y que, por mucho que nos duela, de nada vale mirar hacia otro lado. Nos hace ver que lo peor que podemos hacer es dudar de nosotros mismos, que todo tiene un precio, que solo el amor no salvará, que en la vida no hay espacio para lastres, que el futuro es la promesa de un político y que siempre nos queda una última copa que disfrutar mientras vemos el avión despegar.
Y también nos acompaña, como perfecto cicerone, en el viaje más difícil de todos: el viaje hacia nosotros mismos, hacia lo que somos, fuimos y, quizás, seremos. Un viaje que pasa por reencontrarnos con nuestras almas escondidas. Y lo hace como lo hacen los buenos pensadores de la existencia, los buenos y auténticos filósofos: abriéndose en canal ante y para el lector, ofreciendo su alma en sacrificio, exponiendo sus pasiones y sus pulsiones de exadolescente y fotografiando con letras lo que es, para, de camino, mostrarnos lo que somos, o lo que fuimos, que al final viene a ser lo mismo. Por algo este libro se llama Parte de mí, aunque, de alguna manera, también es parte de ti, seas quien seas.
Por supuesto, también encontrarán en esta obra un sinfín de aprendizajes que, valga la redundancia, nos ayudarán a reencontrarnos con aquellos adolescentes que una vez fuimos, aquellos adolescentes que aún viven en nuestro interior y que, sin duda alguna, se manifiestan, aunque sea a escondidillas, en cada una de las páginas de esta obra.
En definitiva, tanto en su lúcida y vivida poesía hecha prosa —sin rimas, ni falta que hace— como en su reflexiva y melancólica reflexión filosófica, Stephanie Tovar Carriel se desenvuelve con la soltura y la seguridad del que parece llevar haciéndolo toda la vida. No duden en hacerse con esta pequeña joyita, Parte de mí, que aunque es limitada en páginas, es grandiosa en reflexiones y sentimientos. Ya saben, lo breve, si bueno, dos veces bueno.
«Lloremos juntos y riamos a la vida».