Se trata de una obra de fácil lectura con personajes reales, como cualquier persona de a pie, ni perfectos ni imperfectos, únicamente personas con sus errores y aciertos.
CÍRCULO ROJO.- La historia de Amanda Pereira, la protagonista de ‘Más cerca de lo que parece’, bien puede ser la de cualquiera, pero Rosa Chenovart la ha convertido en novela, con la esperanza de ayudar a sus lectores a contagiarse de la fuerza de esta protagonista para reaprender lo que creía ya aprendido y descubrir que lo que cree que es, puede que no sea.
“Creo que es un libro de lectura muy fácil y amena, con vocabulario cuidado pero asequible para todos. Los personajes son gente normal, como cualquiera, ni totalmente perfectos ni todo lo contrario, y eso los hace más humanos y facilita que el lector empatice y los sienta cercanos. Aunque la idea no es aleccionar a nadie (no soy nadie para hacer eso) sí hay un mensaje en la historia que se entiende perfectamente”, explica la propia autora.
Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrar un libro muy entretenido y fácil de leer acompañado por un argumento sencillo cuya única pretensión es hacer al lector unas cuantas tardes entretenidas.
SINOPSIS
Amanda Pereira tiene un ligero sobrepeso, un trabajo que detesta, un gato que parece un perro y unas cuantas deudas descontroladas que crecen cada mes. También tiene la seguridad de que sus penas desaparecerían, o no serían tan graves, si conociera por fin a su media naranja, con la que crearía una familia y se sentiría, por fin, «plena como mujer».
Cuando cree haber encontrado al «hombre», a pesar de ser lo opuesto a lo que habría imaginado, empieza un cambio que hará que entienda que las cosas no son siempre como una cree, y que esa «plenitud» de la que ha oído hablar se puede conseguir de muchas maneras. Entonces descubre que los pequeños cambios pueden llevar a otros que eran impensables y que, a menudo, lo que una necesita está más cerca de lo que parece.
AUTORA
Rosa Chenovart (Barcelona, 1971) es el pseudónimo de una mujer que, como tantas, se educó con creencias erróneas sobre muchas cosas —pareja, sexualidad, familia, realización profesional—, y descubrió poco a poco que antes que madre, emprendedora, esposa o amiga, o incluso mujer, es persona. Por el simple hecho de serlo ya le corresponden los mismos derechos, y obligaciones, que a cualquier otro.
También ha constatado el poder de las pequeñas acciones para llevar a cabo grandes cambios, que los pensamientos, (¡quién se lo hubiera dicho hace veinte años!), condicionan los actos y los sentimientos. Se dio cuenta de que al desdramatizar lo cotidiano se puede vivir con más naturalidad, de que la felicidad es subjetiva, como casi todo, y de que al final, si la vida son cuatro días, ¿qué sentido tiene desear lo que no se tiene y no desear lo que se tiene?
Lectora voraz desde pequeña y escritora amateur desde la adolescencia, publica ahora su primera novela, Más cerca de lo que parece, con personajes normales, vulnerables e imperfectos cuyo objetivo es el mismo, el más común de todos, el más difícil de conseguir. ¿O no?