Eran tiempos difíciles, cuando al hambre se le llamaba necesidad y las gentes todavía no habían asimilado aquello que algunos llamaron Guerra Civil; donde una vida poco o nada representaba para muchos. La Peña del Seo, en el Bierzo, fue el manantial donde muchos saciaron sus estómagos vacíos y labraron un futuro inexistente hasta entonces.