La obra trata de una institución jerárquica montada sobre bases irracionales: obedecer, no pensar… instrucción igual a destrucción mental. Para que los hombres se maten entre sí se han creado las patrias y, como a veces no es suficiente, se ha inventado la disciplina, la peor de las alienaciones, capaz de transformar a los individuos normales en asesinos y candidatos al suicidio. Y por fin la guerra. No hay nada más trágico que luchar o morir por un ideal que no se siente.
Con la presente obra se completa la trilogía de Lo irracional, compuesta por los tres pilares fundamentales de la sociedad para algunos de nuestros antepasados: Dios, patria y rey. La monarquía, tratada en Pasillos, la religión, en Oscuras moradas y la hueste, en ¡Arrr!