Alfredo Expósito Hernán (Madrid, 1972) se ha pasado cincuenta años de su vida intentando, sin éxito, ser buen cantante, torero de arte, pintor de talento, director de orquesta, filósofo tabernario, regular ingeniero y aceptable escritor. Gracias a sus queridos maestros, en la escuela y en la vida, el fruto de esta azarosa existencia ha sido tan solo un buen puñado de amigos, algún enemigo, unas cuantas canciones desconocidas, dos o tres discretos bocetos, alguna «cornada» sin graves consecuencias y este libro… Le ha merecido la pena.