Arcely Camargo nace en Rivera, Uruguay, el cinco de noviembre de 1947. Siendo Rivera una ciudad con una casi imperceptible frontera con Brasil, sus padres vuelven hacia el país hermano, donde residían desde que se habían casado, el bebé apenas tenía tres días.
Allí, rodeado de una agreste naturaleza, va creciendo entre verdes campiñas, cielos intensos y el olor indígena de árboles nativos, lo que despierta su amor por la naturaleza. Entre el canto de las aves y el susurrar del viento, aprende a hablar con el inconfundible acento portugués del Río Grande do Sul. De hecho,
esta es su lengua materna, que lo habrá de acompañar hasta el día de hoy.
Al amanecer, comienzan las tareas diarias y, cayendo aquí y levantándose allí, corre tras los perros, corderos y gorriones hacia el corral donde, en esa hora mágica, su madre está ordeñando las vacas y, con amorosa ternura, le ofrece una jarra de leche espumosa que bebe con deleite. Inmediatamente, prepara el biberón para alimentar a los corderos sin madre, lo que le produce doble el placer de verlos saborear la leche tibia y saber que presta un servicio que ayuda a la economía familiar.
Cuando los demás niños de su edad iban a la escuela, él cuidaba el rebaño, esquilaba ovejas y cabalgaba a lomos de su manso caballo Alazán, con el que ayudaba en las tareas campestres.
Con nueve años, la familia vuelve a Rivera, y él ingresa a la escuela con el portugués pegado a la lengua. Con indómito espíritu, se enfrenta a los chicos que se burlan de su lenguaje. Lentamente, va aprendiendo la lengua castellana, que en realidad es el típico portuñol de esta frontera tan especial.
Sigue adelante en sus estudios, llegando a ser el joven Medalla de Oro del liceo Rivera Chico. El 7 de mayo de 1967 es bautizado en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días, y sus líderes pronto reconocen sus dotes de escritor y su elocuencia al hablar desde el púlpito. Amado por profesores y respetado por sus compañeros, empieza sus estudios de medicina, los que se ven truncados por la situación política imperante en aquel entonces.
El 24 de agosto de 1973 contrae matrimonio con Brenda Magda Battaglino. Cinco hijos y catorce nietos forman su progenie. Armando C. no es una obra biográfca, pero muestra hasta qué punto ama y defende sus principios. Actualmente, Arcely Camargo reside con su familia en Tenerife.
Leer este libro aviva los valores, aumenta la fe y hace desear que la historia continúe, tal vez en una segunda parte.