Nací en 1956 en Algámitas, un pueblo de la hermosa y desconocida Sierra Sur sevillana. Me fui con doce años, con los ojos y el corazón llenos de primeros momentos. Y aún sueño en volver a recuperar «aquellos días azules, aquel sol de la infancia»… Sevilla me acogió y yo me acogí a ella. Aquí he aprendido a amar, a sufrir, a ser yo mismo.
Siempre tuve una vocación, la de ser maestro. Y estudié Magisterio. Pero, gracias a la sabia mano del azar, acabé simultaneando los estudios docentes con los de Enfermería, profesión que he ejercido durante cuarenta años y a la que tengo muchas cosas que agradecerle; entre otras, encontrar a Carmen, musa de buena parte de lo que he escrito y coautora necesaria de los dos mejores poemas que he compuesto nunca: mis hijas Carmen y Ana. Vivo en Tomares desde hace tanto tiempo que ya me siento parte él. El resto son solo circunstancias.