El autor, nacido en la fecha coincidente con el fin de la Segunda Guerra Mundial, fue criado junto a su hermano por su madre viuda en tiempos difíciles, en los que tenían que hacer «magia» con la peseta, moneda oficial de la época. Pasó su infancia jugando en las calles del casco histórico de Santiago de Compostela, en un entorno propicio para la creatividad, base de valores espirituales, imaginación y sentido del humor. En su juventud y madurez, todo el núcleo de población y territorial de la zona antigua fue fuente de inspiración creativa, una base de valores, imaginación y sentido del humor. Su pasión por la lectura surgió a raíz de este ambiente cultural, de la belleza lingüística que emana el idioma castellano y de la observación de la psicología de las personas: alicientes competentes para la creatividad literaria.