Villeguillo, heredero de don Pablos y de las tropelías del Buscón, paisano suyo es un pícaro del siglo XXI impulsado por las circunstancias, nadando y flotando en el torrente, sobreviviendo a las aguadillas de la crisis causada
por el todopoderoso Soros. Ve cómo el mundo en el cual creía se derrumba. Los dardos que dispara la aljaba deletérea del magnate judío apuntan contra el cristianismo y la Iglesia Católica. ¿Roma se ha rendido? ¿Qué dice
Francisco? En la mirada triste de este mitrado del Renacimiento, que no es otro que san Agustín, se ocultan todos esos interrogantes. Este libro es un lamento entreverado de Job, de Jeremías y de la rabiosa actualidad de
la España sanchista sanchopancesca (tente que te unto, ¿dónde quedaron los viejos ideales?), que no quijotesca, afligida por la pandemia.