Carlos Romero es despedido de la empresa para la que trabajaba desde hace veinticinco años. A partir de entonces, inicia una exuberante correspondencia digital con varios interlocutores de su círculo personal más cotidiano, en la que se perfila como un individuo de peregrina índole y estrafalaria conducta, y en la que relata su vida de egocéntrico solterón desocupado y patoso irreformable, y cuenta lances tan chuscos y pintorescos como los acaecidos con la Fantasma de Lagunilla, o la intrigante relación que mantiene con un problemático sosias llamado Joaquín. Humor y fantasía se aúnan en esta obra de Sergio Montalbán para culminar un relato epistolar festivo, hilarante a ratos, que desemboca en un desenlace enigmático y esquivo.
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