La poesía no tiene como fin dar respuestas, ni guarda relación alguna con la denominada «autoayuda» o con cualquier intención terapéutica similar, pero sí invita a plantearse preguntas. No obstante, y de manera intencionada, en todos los poemas de la Antología poética 1 se convoca a los poetas a conversar para que sus palabras puedan evocar connotaciones y hasta coincidencias. Los textos seleccionados fueron apareciendo en circunstancias concretas y constituyen, copiando las palabras de Ángel González, otros «otoños y otras luces»: son cartas personales, acciones poéticas, voces para definir sensaciones, vivencias singulares, mensajes o
memorias… O son ficciones.
La Antología poética 2, en cambio, es una selección de poemas, sin otra razón de que el poema cuente. Lo sintetiza, heraldo negro, César Vallejo:
«Hay golpes en la vida tan fuertes… ¡Yo no sé!».