La novela cuenta la historia de una familia que sitúo en Darwana, un pueblo imaginado por mí. La necesidad de ayudar a una niña a superar un trauma que le impide hablar les hace salir hacia Marruecos en busca de un lugar distinto, una nueva luz y un nuevo cielo, pues creen que esta es la fórmula mágica que le hará olvidar lo vivido y volver a hablar. Esta decisión afecta a todos los personajes, cambiando sus destinos y obligándolos a viajar por gran parte de Marruecos huyendo de un traficante de droga. La novela se inicia con la llegada a Darwana de Cayetano Muyer Miñán, un nieto de Eliseo Miñán, que fue el médico del pueblo en aquella época, para hacer una serie de entrevistas a las personas que vivieron la guerra civil española. Las entrevistas están encargadas por el periódico en el que trabaja, aunque lo que él busca verdaderamente son sus raíces; algo que le obsesiona desde niño. En esta búsqueda, lo ayuda Eliseo Miñán, que le proporciona una serie de cartas familiares y unas cintas grabadas en las que cuenta con detalle lo vivido por la familia. La novela pone ante el lector unas historias y unos personajes en los que se desarrollan los sentimientos y las emociones más básicos del ser humano: generosidad, miedo, búsqueda de la verdad, altruismo, odio, amor, esperanza, necesidad de encontrar su identidad, hospitalidad, dolor ante la muerte… Los personajes nos llevan de su mano y con ellos nos adentramos en Marruecos, viviendo en algunas de sus ciudades: Tánger, Fez, Meknes, Beni Mellal, Azilal…; conociendo los valles del Draa, Ziz y Dades con sus oasis de grandes palmerales, los campos de rosas perfumadas del valle Kelaa M´Gouna, o adentrándonos en el desierto, buscando la curación interior y la superación del dolor.