EL HOMBRE ES ETERNO, PERO NO LO SABE.
No más dioses místicos, inalcanzables, misteriosos, queremos saber la verdad. Estamos cansados de tantos engaños por parte de las religiones que crecen y prosperan a costa nuestra. Si no nos dicen la verdad, iremos a buscarla por nuestra cuenta.
Intuimos que alguien o algo existe que influye en el curso de nuestra vida, pero no somos capaces de definir quién o qué es. La clave reside en que «Dios vive», es lo que revela la Biblia. Luego si no lo encontramos en nuestro universo, tendremos que buscarlo en otra dimensión.
Los más atrevidos de entre nosotros no dudarán en dar el salto para visitar mundos escondidos que explican este enigma.