Dos gritos por la noche. Dos gritos horribles, acompañados de un olor a carroña en un almacén entre Colón y Concordia, me permitieron, una noche de luna llena, verificar una citación muy conocida:
«El problema con las leyendas es que, a veces, son ciertas». Francés, saboyano de corazón, emigrante en búsqueda de sus antepasados perdidos en un viejo flujo migratorio, me enamoré de Argentina ya hace tres años. Durante este tiempo viví en Villa Elisa – Entre Ríos, y pude colaborar en el centro Saboyano de San José dando cursos de francés a algunos alumnos tan interesados como entrañables. El campo estaba sumergido en su historia, su origen, con su museo, sus asociaciones, sus escudos familiares sobre cada tranquera de cada estancia. Con sus leyendas también. De aquella noche trágica nacieron preguntas, una investigación, algunas respuestas, una certeza: el hombre ha olvidado las advertencias reales de su historia, de sus cuentos. Hoy, en un último intento, me gustaría conducirle por un camino un poco particular, una mirada diferente sobre una leyenda con un fondo de historia auténtica. Si quiere seguirme…