FERTERIUS, un hombre atormentado, sombrío, de espíritu inquieto, anda en busca de sí mismo y de una identidad en medio de una generación plástica y vertiginosa: siente que no encaja en su tiempo. Su relación con las personas que le son allegadas empieza a deteriorarse y su interés por el mundo que lo rodea decae. Ferterius padece de terribles pesadillas que se le presentan de forma vívida y le dejan mensajes que él no logra interpretar, mermando su estabilidad emocional. Mientras en su espíritu y en su mente se empieza a operar esa extraña transición, conoce a un personaje siniestro y terriblemente influyente: el turco Krozol. Este se le aparece como un espectro del subconsciente que notará su dilema existencial y buscará incitarlo a comulgar con una causa nefasta. Ferterius, a partir de ese primer encuentro, sucumbirá a una terrible vorágine de confusión y empezará a cambiar, abandonando su mundo y lanzándose a las tinieblas del confinamiento. En la cumbre de una montaña, cerca de una monumental ruina arcaica, alimentará su espíritu con la silenciosa meditación y con la lectura incesante de terribles libros de diverso contenido e inspiración.
Fenómenos siniestros y espeluznantes acompañan sus noches de aislamiento. La lucha interior que durante ese periodo se suscita en él lo conducirá a una serie de conflictos morales y existenciales. Influenciado por el tóxico y el hechizo de mentes perversas, dogmas peligrosos, teorías fascinantes, lugares encantados, misticismo y sus enloquecedoras pesadillas, luchará por su propia preservación y por su liberación de los instintos más oscuros que tiene el ser humano.