El milagro de la naturaleza, a veces desapercibido o inapreciable e imperceptible al ojo humano nos sumerge, revela y transmite la esencia de todo cuanto de arte nos rodea o dignifica en un mundo cada vez más pragmático e inocuo al sentimiento humano.
Los acontecimientos se suceden a veces a velocidad de vértigo y, después de cuarenta años trabajando en mi propio jardín y admirando la belleza que nos brinda la naturaleza, nace este pequeño poemario en el que se intenta plasmar esos sentimientos vividos. Como el propio haiku en sus reglas establece: es un poema breve y cuya aparente simplicidad en sus tres versos nos permite condensar una vivencia intensa. «Es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, y en este momento».
Espero que disfruten de su lectura al igual que yo he disfrutado y sigo disfrutando de mis vivencias, apreciando y admirando la belleza de todo aquello cuanto acontece en mi querido jardín.