La vida en estado puro da rienda suelta, en forma literaria, a los entresijos vitales de su autor a lo largo de los últimos años, poniendo de manifiesto lo frágil que es nuestra existencia y lo que puede variar en apenas un segundo. Una protesta que nace desde lo más hondo del pensamiento ante una sociedad adormecida que ya no busca destinos y espera que estos toquen a su puerta postrándose ante ella.
«Estamos ante una obra prima que rebosa entusiasmo, percepción del mundo tangible y espiritual, pero, sobre todo, objetividad y subjetividad ante los estados de la mente y el alma, elementos concomitantes de todos y cada uno de nosotros, aunque insistamos en no encasillarnos ni estigmatizarnos frente a ningún patrón social.»