Recorriendo los vericuetos cerebrales por donde se desliza la memoria, Luis Santos Valle nos ofrece retazos de una vida entre provocadora y pintoresca. Una peripecia vital por Covadonga, Moreda, su pueblo natal, el seminario, Cantabria, Bilbao, Alemania, Roma, Valencia, entre estudios, afanes, amores, trabajos y desafíos, mientras crecen y toman forma tres pasiones: la fotografía, la música y el teatro. Sus relatos, que en momentos alcanzan gran belleza literaria, incluyen también los sueños como parte de la biografía, un hallazgo que impregna el texto de un agradable aroma onírico. Luis, con pinceladas sin añoranza de un tiempo pasado, nos traslada una forma de vivir alegre y desenfadada, comprometida y libre; unos valores a reivindicar para las jóvenes generaciones. Y, si se lee con atención, descubrimos que estos recuerdos son también un homenaje a Mertxe, su mujer.