Aunque parezca mentira, a las personas introvertidas sí que nos gustan las palabras. Pero las usamos de manera distinta. Las invocamos con silencio, no gritando a los cuatro vientos. El ruido es demasiado superficial. A la profundidad solo se accede mediante la concentración. A esta antología la considero introDIvertida, porque si bien utiliza un lenguaje serio, sencillo y realista para formular textos de muy diversa índole, también seduce con su ingenio, lucidez e inventiva, al descifrar significados oportunos con pocas palabras. Dale una oportunidad y disfruta de la verboactividad desprendida por la bomba de sentimientos que, al explotar, abarcó un radio de unas ochenta páginas cuadradas.