La muerte de Miguela —madre de la protagonista— la deja en la más absoluta soledad, además de un profundo desconocimiento familiar, donde la crisis de identidad de los miembros que la componen la confunden, según va descubriendo en cada miembro de la que debió ser su propia familia. Se encuentra envuelta en un círculo de mentiras, engaños y proposiciones de lo más inverosímiles que, difícilmente, llegará a comprender.
Necesita unas alas para volar hacia otros conocimientos de la propia vida y los buscará incansablemente. Una vida llena de obstáculos, todos ellos llenos de un aprendizaje positivo que, por fin, consigue descubrir.
Marisa Lahoz Alloza nació en Zaragoza, donde siempre ha vivido, orgullosa de ser aragonesa.
Su tardía vocación por la escritura la lleva por senderos ocultos, donde se distrae para poderlos contar.