Los meses de marzo y abril de 1949 supusieron la aniquilación de las dos agrupaciones de la Resistencia que, 30 años después de concluida la Guerra Civil Española, aún resistían en la provincia de Ourense. Al corazón del Macizo Central ourensano se habían replegado el verano del 48 los 17 hombres y una mujer de la II Agrupación, la de marcado carácter comunista de Saúl Mayo Méndez y Benigno Fraga Pita. A Edreira, un caserío parapetado en plena montaña, fue su Cuartel. Allí el grupo se mantuvo a cubierto, allí se decidieron sus últimas operaciones y allí se materializó la desarticulación de la II Agrupación del Exército Guerrilleiro de Galicia el 18 de marzo de 1949. A Edreira, el último bastión de la Resistencia en Ourense es la recomposición de lo ocurrido en aquellos nueve meses que precedieron al final de la vida en este lugar, y una familia que pagó una supuesta colaboración con la muy probable ejecución del patriarca y sus diez hijos sentenciados al exilio.