Os presento al Abuelo Tomás, un hombre ya entrado en años, leal viudo y amante dueño de Epi y Blas, dos revoltosos mininos. Es un personaje excepcional. Algo gruñón, muy cabezota y bastante chapado a la antigua, pero también divertido, alegre y solidario. Tiene sus contradicciones, pues ha vivido tanto que a estas alturas se cuestiona hasta su propia identidad.
Os recordará algo al italiano Salvatore, el de La Sonrisa Etrusca, porque su nieto es su debilidad y su razón de ser, y quizá se os parezca un poco también a Allan Karlsson, ese que saltó por la ventana y se largó, por ese mismo empuje y falta de vergüenza que caracteriza a los que poco tienen ya que perder, y gracias a ello su existencia se va llenando de momentos trepidantes e inolvidables.
Abuelo Tomás es una novela actual que, siguiendo el día a día de este entrañable protagonista a través de sus pensamientos y vivencias, aborda temas como la vejez, la muerte, las relaciones familiares y laborales o los vicios de la sociedad moderna, siempre desde un punto de vista desenfadado y optimista.