¿Mozart protagonista de un robo fabuloso en la Praga del siglo XX? Si, es posible y se narra en El Manuscrito HUSY. También es posible que en los mares vivan seres fantásticos, compartiendo en nuestros días cristalinas aguas con remeros, barcos de pesca, de pasaje, de paz y de guerra, como se testimonia en ¡Veinte últimas! Tentaciones diabólicas en la adolescencia ocasionan catástrofes familiares que, si no fuera porque se cuentan en Ayudas engañosas, no se creerían. Las guerras son dramas y ocasión para venganzas y ajustes de cuentas ignominiosos, por celos y alucinaciones, como se refleja en El paseo. Travesuras más o menos inocentes de la adolescencia, el despertar de los sentidos, la travesura de la vida a la fresca orilla de El río. En El casino se cuenta con real crudeza la especial y trágica convivencia entre ocupan tes alemanes y los vecinos de un pueblo en la fronteriza Gerona de la Gran Guerra europea. Aventuras marítimas trufadas de realismo onírico se cuentan en De la Copa América a Jacques Chirac. El clásico e imprescindible cuento de Navidad, Noelandia. Un discutido y discutible acoso sexual sirve de trampolín para vivir una aventura deportivo- amorosa- turística en el paraíso tropical brasileño de Jericoacoara, en el Enroque largo, enroque corto. La juventud arrastrada por las movida de bebida y drogas, conducen al drama de una madre, pronto viuda, que enloquece, dicen, por tratar de enfrentarse a lo que Nunca antes había imaginado llegar. De vacaciones, un crucero de placer por las Antillas puede convertirse, y se convierte en un drama entre guerrilleros con un desenlace impensado e indeseado. La novelesca y épica vida de Facundo Cabral, eterno cantante de tangos, se homenajea en Boulevard de la Liberación.
“Los casos judiciales, y un divorcio contencioso es eso, se ganan con el derecho, no con el coqueteo “, es la moraleja de Los muros de la realidad, cuento sobre una especial crisis matrimonial. Una historia jocosa, sobre una noche de juerga tormentosa. Pasados cua
tro interesantes y divertidos cuentos más, la recopi
lación concluye con Odios que no mueren, muertos
que vuelven a la vida para cantar las 40 a sus deudos.