Solo los niños que leen cuentos pueden hacer que la vida del hombre sea un cuento; solo los niños que leen poesía pueden hacer que su vida sea un verso. Si no hacemos que nuestra vida sea un verso, difícilmente podremos hacer que la vida de los demás sea un cuento. Lo que tienes en tus manos son doce cuentos que la cigüe.a Chulina escribió en verso para felicitar a la niña Estela Comerón Sierra en cada uno de sus cumplemeses y para que las demás cigüe.as se los lean a sus niños. Los cuentos, cargados de valores que hay que descubrir en la cuna para poder ejercerlos hasta la tumba, pretenden lo que todos los cuentos: que los niños aprendan a pensar, a sentir, a soñar, y su estructura en versos de rimas y medidas poco complicadas, que se familiaricen con la poesía a la vez que con los cuentos, de forma que de mayores contribuyan a que deje de ser lo que hasta ahora tan injustamente es: el género menos leído, incluso de los grandes lectores.