“Ningún poeta desde los griegos ha tenido como Poe el sentimiento de la fatalidad, de la necesidad trágica.” Escribió Remy de Gourmont. Antonio Machado, como otros muchos autores, consideraba que la modernidad arranca con él. Baudelaire le ofreció todos los exvotos. Esta obra trata de recoger el espíritu y la filosofía de Edgar Allan Poe (1809-1849) en el género que él mismo estimó “no como un finalidad sino como una pasión.”
UN SUEÑO
Desde mi nacimiento un endemoniado ser
Ha hecho que mi espíritu desdeñe cualquier gobierno,
Pero ahora, arrojado sobre este ancho mundo,
¿Por dónde arrastras mi alma?
En las visiones de la oscura noche
He soñado con la alegría de la partida
Pero un revelador sueño lleno de vida y luz
Me ha dejado abatido.
Ah, ¿Y cuál es si no el sueño diario
Para aquel cuyos ojos se lanzan
Sobre las cosas que le rodean
Y con un rayo vuelven hacia el pasado?
¡Ese sacro sueño,- ese sacro sueño-!
Mientras el mundo está combatiendo,
Me ha celebrado como una cautivadora luz
A un solitario guía del espíritu.
Y aunque ese destello, en la brumosa noche,
Brillara débilmente a lo lejos,
¿Qué podría ser más puro e iluminado
En la matinal estrella de la Verdad?
1827