Este libro relata una experiencia incomparable de una vida poco común y saturada de injusticia, de un joven llamado Tony Yalda, que fue «fugitivo» desde una edad muy temprana. Relata también el dolor y el sufrimiento que experimentó, y el encarcelamiento, sin haber cometido crimen alguno que lo mereciera. Pero resalta también el valor de la persistencia en cómo lograr la felicidad con circunstancias muy difíciles, y enfatiza los factores que conducen a dicha felicidad, factores como el optimismo, que permite dirigir la mirada a una esperanza hacia el presente y el futuro, y también hacia el pasado, donde aprendemos lecciones. También describe la experiencia del primer amor que vivió Tony, como un oasis dentro de un desierto seco que pudiera aliviar el dolor.
Al final, anima a luchar por conseguir la felicidad, que no es algo imposible, sean cuales sean las circunstancias que vivimos. Esta historia real de Tony Yalda debería animarnos a valorar lo que poseemos: el valor de cosas que pudieran parecer muy sencillas para la mayor parte de la humanidad.