Emilia Calatrava y Lorenzo Guzmán pertenecen a dos mundos diferentes, sin embargo comparten la misma esencia, ayudar al semejante.
A partir de su primer encuentro, se desarrolla esta maravillosa historia, que nos transporta a un ambiente en el que se mezclan y entrelazan, a la perfección, un escenario terrenal y mundano con un universo de fantasía, etéreo e ingrávido.
El ideal que comparten nuestros personajes impregna a los habitantes de una pequeña ciudad de provincias, despertando su espíritu solidario y haciéndolos protagonistas de un hecho insólito.
Antonio García Cazorla, en esta su ópera prima, nos sorprende con una estupenda novela, narrada con un estilo literario propio y singular, que tan bien conocemos los que estamos acostumbrados a sentir con sus canciones.
Es un derroche de fantasía e imaginación, que solo exhiben los grandes, para deleite de mentes inquietas y almas ávidas de sensaciones.
El faro del desierto provoca emoción, genera sentimiento y nos transporta a un mundo de ilusión, como pocos libros son capaces de hacer.