La noche del 25 de septiembre de 1962 cayó una gran tromba de agua sobre la comarca del Vallés (Barcelona), provocando unas mortíferas riadas de efectos tan devastadores que suscitaron la compasión y la solidaridad en todo el país, pero también en el mundo entero, llegando donativos y condolencias desde los países más alejados y de los más altos dignatarios del momento como John F. Kennedy o Charles de Gaulle. Aquella noche, un niño de cinco años se acuesta feliz y confiado en su acomodada vida como hijo de unos ricos fabricantes, pero a la mañana siguiente su vida ha cambiado de forma abrupta e irreversible. Cinco décadas después, aquel niño decide mirar hacia atrás para tratar de comprender y explicar de qué modo le marcó
aquel remoto suceso de su infancia. “El hijo del aguacero” es un relato de carácter autobiográfico acerca de la fatalidad, el azar, y la reconciliación con el propio destino, en el que la propia vida acaba transmutándose en materia narrativa.