Después de un concierto, un joven es golpeado salvajemente quedando inconsciente tendido en el suelo; cuando llegan los servicios sanitarios es trasladado al hospital donde fallece tras cuatro meses en coma sin que se sepa quién es el autor de la agresión. El delito prescribe sin que haya un culpable; pero para su madre, Manuela Manfredi, en fase terminal de cáncer, aún le queda la esperanza de saber quién fue el que le dio la paliza a su único hijo y qué pasó exactamente aquella noche. Una prostituta, le presenta a Roberto Nafel, un ex guardia civil, que se hace pasar por detective privado es contratado para que averigüe, en un último y desesperado intento, la
verdad. En esta novela negra trepidante, se mezclan humor, sexo, violencia, dolor y alegría como fiel reflejo de una parte de nuestro mundo que está presente en nuestras vidas, donde no hay solo malos y buenos, donde la línea de lo correcto y lo moral se entrecruzan con lo legal, creando extrañas paradojas.