A estas alturas de mi vida si me preguntas quién soy, no sé responderte. Supongo que el que escribe. Pero entiendo que debo ser algo más, igual moléculas de materia en su conjunto con agua y electricidad.
Lo que sí sé es que si no descubres quién eres en esencia, seguramente pases por esta vida como un zombi; y que si tu cuerpo te domina a ti, ¡pues acabarás por pasar desapercibido!, seguramente con los miedos que heredaste y los que hayas podido acarrear desde que naciste. Que si descubres este lado profundo de tu ser, entenderás perfectamente que aunque estés por encima de tu cuerpo y mente, desde tu refugio en la casa pineal, debes respetar el propio vehículo que te transporta.
Para los más humanos y racionales, comentar que yo soy aquel al que llaman José Manuel de Meliana (dado que procedo de esta propia villa). Con 42 años que ya no tengo, porque ya los viví y con todos los que queden por delante; que son los que sumarán a mí existencia en la Tierra. Comentar que me siento en paz y que encontré el Santo Grial. Que igual puede que sea emprendedor, dependiendo el día; quizás filósofo, dado que me da por pensar; comunicador de mi yo y sus cosas, que es lo que vas a leer; y supongo un alma liberada de su pasado que trata de vivir su presente. Para esas almas que no tengan otra cosa que hacer que leer sobre mis cosas, que igual les agrada verse reflejados y que termino mi presentación, supongo argumentando que también soy divulgador de mi yo. Así sin más. Dos preguntas acechan en esta nueva era para la sociedad: «¿Quién soy?» y «¿Cuál es el propósito de mi vida?» Tener la FÓRMULA a esto y APLICARLA bien puedo decir que es el todo del vivir, dado que te da paz interior y felicidad; y a su vez conocimiento y salud.
Pero siempre está el que no tiene tiempo para estas cosas o no las ve interesantes para él.
¿Qué piensas tú al respecto?