Si creemos en la reeducación, la prisión ha de mejorar,dedicándose solo a perfiles delictivos recalcitrantes.
Si creemos en la reeducación, a los delincuentes reeducados se les deberia perdonar la condena.
Si creemos en la cárcel como castigo, que lo sea también para los delincuentes financieros, antes que a los de clase humilde como hasta ahora.
Hay métodos más efectivos que el encarcelamiento para impedir la reincidencia.
Toda la Justicia debe mejorar desde sus cimientos.
En otros países de Europa lo están haciendo ya.
Hay en este pequeño libro propuestas de derechas y de izquierdas para buscar un gran acuerdo sobre la Justicia, un importante tema pendiente de modernización desde el consenso.