Una mañana de junio de 2013, cuando el curso académico está a punto de fnalizar, el profesor de Química M.Y. se encuentra con una extraña caja en la mesa de su departamento. Cuadernos, papeles sueltos, libros, una grabadora, cintas de audio, memorias externas,… Todo un muestrario íntimo de su compañero Renato. Pero… ¿por qué ha dejado eso ahí? ¿Dónde está? ¿Es que se ha marchado?
A partir de aquí comienza el angustioso periplo literario y flosófico que M.Y. realizará para intentar comprender las obsesiones del desaparecido Renato Frijones: la pesadilla de su soledad, su inadaptación al mundo, su incapacidad para lograr una verdadera comunicación con los demás, el peso de la dimensión absurda de lo real, los tiránicos límites de la interpretación del mundo; y, al mismo tiempo, su necesidad imperiosa de calor humano, su búsqueda incesante de verdades y certezas en las que apoyar sus temblorosos pies ante el abismo de la nada que le circunda.
Fascinante viaje a través del ciclo urobórico de la vida, en el que el compilador, M.Y., buceará una y mil veces por las profundas y peligrosas aguas del material, y por las atribuladas almas de esos solitarios navegantes que siempre acompañaban a Renato: Pessoa, Kafka, Pirandello, Örkény, Juan Ramón Jiménez, Robert Walser, Lugones, Panero, Maupassant,… y muchos otros bartlebys, en palabras de Vila-Matas.