Como un imponente escenario de piedra, la Montaña Hueca se muestra inalterable a lo largo de los siglos, desvelándonos entre sus naves en penumbra, oscuros personajes de la Edad Media para, acto seguido, mostrar súbitamente la luz de una Catedral donde todavía permanecen pacientemente dormidas Las Lágrimas de Dios. Será la antropóloga forense Alejandra Medina quien afronte la oferta laboral que, misteriosamente, le ha surgido desde el templo sevillano. Siente la necesidad de reordenar su vida familiar y sentimental, que en los últimos años ha descuidado debido a su carácter contradictorio, que la ha sumido en un mar de dudas. El trabajo temporal en su ciudad natal parece la excusa perfecta que le ayudará a enfocar todo desde una perspectiva distinta. Pero está muy lejos de poder suponer que, en los próximos meses, su controlada existencia experimentará un cambio drástico, propiciado por un enigma que le aguarda desde hace cientos de años.