Clara es una asistente social que trabaja con niños víctimas de maltratos. Una noche acude a un domicilio donde han encontrado a un pequeño de siete años y a su hermana de dos abrazados en el sofá ante el cadáver de su madre, que yace en el salón en medio de un gran charco de sangre. Las primeras palabras que pronuncia el niño ponen en guardia a la joven, quien se hace cargo de ellos de inmediato. Pocas horas después, descubren el cadáver de otra mujer fallecida en las mismas circunstancias mientras sus hijos, de siete y dos años, permanecen abrazados en el sofá… a policía busca la conexión entre los dos casos y ella intenta amortiguar el dolor de los pequeños, pero entonces se da cuenta de que los niños guardan un secreto y que precisamente ese secreto puede ser la clave del caso.