Isolda es el arquetipo de mujer de otra época: plena de una melancolía decimonónica, hogareña, amable. Sería la mujer perfecta si no estuviera muerta. Su corteza es de dama y su corazón de demonio: es un vampiro. Denis es, sin embargo, gris y monótono, domina las nuevas tecnologías audiovisuales y es capaz de esconderse de la vida y de pasar desapercibido en cualquier taberna del mundo. Su carácter silencioso no le hace resaltar entre la multitud. No obstante, su apariencia oculta al mundo un alma compleja, profunda,enriquecedora. Algo que Isolda hace mucho que no encuentra. La voluntad de Isolda se impone al mundo y la razón: sabe que debe conocerle y elabora su plan. Su comunión con el microuniverso que ha creado y la fauna urbana, junto a la atmósfera íntima de Blacksod, serán fundamentales a la hora de desarrollar el entresijo de deseos y ambiciones que han llenado su mente y su corazón. La caza ha comenzado, no de la sangre de Denis, sino de su alma, y desentrañará los hilos de la realidad y de la muerte, si hiciera falta, para conseguir su preciado objetivo: el amor. Blacksod con su atmósfera norteña, irlandesa y rústica, será el germen en el que crear un microcosmos complejo e introspectivodonde las pasiones animales y la razón humana se entremezclarán en un abanico de belleza.