Esta obra nace por una parte de una necesidad de identidad propia y por otra de la admiración que he ido descubriendo en la calidad humana y social de mis antepasados. Lo que empezó siendo un mero estudio genealógico de nombres, lugares y fechas, se convirtió poco a poco en el descubrimiento de unos personajes que se iban mostrando ante mí con toda su humanidad: sus logros, sus alegrías y sus penas. De esta admiración a querer mostrárselo a los demás sólo había un paso así que cogí el ordenador (antes se diría la pluma) y empecé a teclear lo que iba descubriendo. Para ello leí los libros que habían publicado, los discursos que habían pronunciado ante claustros ilustres, las reseñas de prensa, las hojas de servicios militares, etc. y recordé la frase: “lo que no se escribe es como si no hubiera existido” Me pareció una obligación volver a mostrar, en primer lugar a sus familiares y descendientes y porqué no a los demás, unas vidas llenas de sentido y que han fructificado en nosotros. Espero que los lectores lleguen a descubrir y a amar a estos personajes como yo lo he hecho.