A veces nosotros mismos somos nuestro peor enemigo y convertimos la felicidad en utopía. Es el caso de Manuela, una joven interiorista de 26 años, que ha experimentado numerosas experiencias traumáticas. Ello la ha abocado no sólo a inundar su vida de infelicidad sino a autoconvencerse que no merece ser feliz. Demasiados fantasmas del pasado mantienen a la protagonista en una espiral oscura de la que sólo es posible salir si ella misma emprende la iniciativa de intentarlo. Serán dichos fantasmas los que provocarán que ponga fin a la relación sentimental que tiene con Jacobo por sentirse incapaz de contarle todo lo que le atenaza y que al mismo tiempo le impide ser feliz a su lado. Decisión de la que más tarde se arrepentirá gravemente. ¿Conseguirá Manuela sobreponerse de su sufrimiento y encarrilar su vida empezando de cero? ¿Aprenderá Manuela a aceptar su pasado y vivir con él? ¿La perdonará Jacobo? Aunque algunas heridas son tan hondas que no cicatrizan jamás, “Raras Excepciones” conforma un canto a la esperanza puesto que de nosotros mismos depende dejar que dichas heridas nos dominen y condicionen nuestras vidas. “Raras excepciones” constituye una apelación continúa a las emociones.