UNA MIRADA EN LA PINTURA DE JOSÉ UGAZ
Entre las diversas costumbres artísticas portadas de España al Perú, sin duda, una de las que mayor influencia y arraigo tuvo y tiene es la corrida de toros, bastaría con señalar que la Plaza de Toros de Acho de Lima es la más antigua de América. Esta herencia cultural hispana perduró en el tiempo y se integró con características peruanas hasta nuestros días. […]
José (Guerrero) Ugaz, natural de la ciudad de Chiclayo (Lambayeque) y criado en Lima, inicia sus pasos como novillero, viajando y descubriendo la sierra del centro del país, vibrando y capeando en diversos pueblos andinos, para finalmente llegar a Lima y mostrar sus dotes en la centenaria Plaza de Toros de Acho, envuelto en su traje de luces, dando vueltas por el ruedo y obteniendo el reconocimiento de los taurinos de la época. Sin duda, era aquello lo que le gustaba y lo hacía vivir. Paralelamente, también en Lima, dará inicio a otra área artística que también la lleva en el alma, comenzando sus estudios de dibujo y pintura en la otrora famosa Academia Concha, hoy ya desaparecida.
Deseando descubrir nuevos horizontes y enamorado de su arte, decide partir del Perú en 1948 rumbo a España […]. El joven Ugaz en los primeros meses hará realidad sus deseos de novillero bajo el auspicio del diestro Domingo Ortega y luego de algún tiempo en los ruedos, contará con la crítica favorable del filósofo Ortega y Gasset, quien al ver su estilo de torear señaló «es un inca que ha muerto hace más de mil años, sólo así se puede esperar al toro con esa naturalidad y quietud» (Madrid, 1949, Novilladas, capeas y una opinión de Ortega y Gasset). Ugaz llega a torear en distintas plazas de toros de España, hasta final mente presentarse en la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid.
Pasados algunos años, colgado su traje de luces, decide fijar su taller en Madrid para continuar su labor pictórica, pero su interés por la investigación sobre la pintura lo lleva a sintetizar obras en su manifiesto Alegoría de la Naturaleza. […] José Ugaz, como uno de los principales exponentes de la pintura de la primera generación de artistas peruanos radicados en España, sino que también y principalmente es un homenaje al artista que ha entregado su vida al trabajo constante en el difícil camino del arte, a ese sueño que supo hacer realidad su pintura, la misma que ha vivido ausente en las exposiciones individuales durante algunos años.
Arturo Chipoca Cáceda
Cónsul General del Perú
Madrid, 16 de diciembre de 2014