El milagro del agua y la razón del viento.
Todo está en la tierra a pesar de todo, a pesar de los hombres y su paso fallido por el mundo.
Poesía humanizada para un tiempo deshumanizado, donde de forma momentánea, desaparece el yo lírico, para convertirse en la voz de la colectividad denunciado ra de la injusticia social. Pero no nos lleve a engaños esta circunstancia. La obra poética de Rolando está impregnada de un yo omnipresente; un yo que parte de la premisa básica de que para transformar la realidad hay que indagar en la propia personalidad, hay que escarbar en las propias vivencias. Es por tanto la suya, una poesía que nos enfrenta a esa búsqueda incansable de identidad que tiene el ser humano, como fruto de la dialéctica permanente amor/dolor que constituye la misma existencia y que, en nuestro autor, da como fruto la inevitable construcción del poema desde la memoria.