Para sobrevivir a las horas que no esperan y a los momentos que pasan atravesando la jungla de los días, es bueno, es saludable, es una solución: tomar aire, respirar hondo y, a través de las palabras, dejarnos llevar por los personajes de estos Relatos y pequeñas historias posibles y comprobar lo que han tenido que hacer para llegar hasta estas páginas. Luego entenderemos sus actos y los juzgaremos con otra mirada. Ellos no tienen la culpa de haber nacido para esto ni se merecen en algunos casos lo que les sucede, pero ¿quién dijo que escribir fuera fácil?