Si en su primera obra, Algunos relevantes sucesos que olvido la historia y personajes dignos de recordarse, el autor reinterpretaba ciertos hechos históricos introduciendo variantes humorísticas y cambiando algunas de las situaciones acaecidas, muy diferentes al modo en que nos han llegado a nuestros días. En esta, su segunda novela, recoge en 50 relatos sucesos ocurridos a personajes ficticios en muy diferentes situaciones de la vida, a veces curiosas; otras, más normales, y, en algún caso, extravagantes. Todos los personajes son obviamente fruto de la ficción, aunque no tanto lo que les acaece; pues, con toda seguridad, los escenarios que se mencionan y los hechos que se recogen no son tan irreales como en una primera impresión parecen. Los relatos están tratados bajo un matiz humorístico, a veces con un punto de cinismo e incluso, en algunos de ellos, con ciertas gotas de sentimentalismo. Pero en todos es evidente que la intención del autor es distraer, siempre sorprender, conseguir una lectura sin complicaciones e incluso, en algún caso, dejar alguna moralina al finalizar su lectura.