El poeta alicantino Miguel Hernández dijo al también poeta y premio nobel Vicente Aleixandre: “Los poetas somos del pueblo, nacemos para pasar soplando a través de sus pasos (…). El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo”.
La poesía de 7 Plomes, dentro de la diversidad de sus componentes, conecta igualmente con el sentir popular por vivencial y transparente. Arraiga con ese aire juglaresco que nace de lo espontáneo y revierte en la voz sincera del poeta plenamente identificado con la voz callada de la colectividad. El amor, los recuerdos, la naturaleza, las costumbres, nuestro afán de cada día, las ausencias, la amistad, nuestro Mollet… son, entre otras, las pequeñas cosas que remueven nuestras inquietudes personales y sociales como fuente de inspiración. Los versos que en este libro se tejen son buena prueba de ello.