En el pueblo de Torredelcampo (Jaén), a finales del siglo XIX, en una casa de labor situada en una de las laderas del cerro Santa Ana, una madrugada fría de invierno, aparece asesinado en extrañas circunstancias el cabeza de familia. El férreo patriarcado impuesto por el fallecido parece ser el móvil del crimen que la autoridad trata de esclarecer dentro de un escenario de misterio, suspense y ocultismo. La historia y sus personajes, todos ellos nacidos de la fantasía literaria del autor, con las vestimentas propias de aquella época, donde la navaja y el revólver anidaban dentro de la faja, e iluminado todo ello con la pobre luz de los candiles, teniendo como escenario una casería lejana del pueblo donde se desarrolla toda la obra, recrean un ambiente más que tenebroso, lo que mezclado con la incertidumbre y la intriga mantendrán al lector expectante hasta el final.