«¡Y cuando mis ojos ya no puedan verte sonreír en transparencia…, te pensaré llorar lágrimas de belleza en mis recuerdos!»
Cuando la poesía es demasiado intelectual, se torna fría a los ojos de la sensibilidad lectora; si muy llana, puede devenir en una parodia del elemental canon poético.
Por esa encrucijada transita el autor, sembrando sentimientos plasmados en letras, adentrándose en el recuerdo entrañable para quienes nos dejaron, la madurez del adiós, la primavera y el otoño del amor y de la vida, y la no renuncia al vuelo para seguir soñando.
Ritmo, riqueza de imágenes y metáforas combinadas, entre lo clásico e innovador, armonizan una poesía de reflexión profunda y comprensión asequible —no exenta de humor e ironía— que invita a una segunda lectura de cada poema.
En ti está descubrirlo durante tus momentos de alma receptiva.