Viața Românească, revista mensual de cultura y arte, fundada en 1906
Escribe Panorámica desde la Torre del Agua por encargo para la colección «El libro de la mesilla de noche» de la editorial Humanitas (2008). Viajes, asedios, batallas, romances, disfraces, amistades y traiciones, evidentemente, la novela contiene todo esto, en una escala cuidadosamente establecida, con mano firme por el escritor químico. Pero, sobre todo, verticaliza un perímetro enigmático y cautivador: Banato del siglo XVI con Civitas Themesiensis bajo el fuego turco — una torre de Babel donde las lenguas se entremezclan, donde se pierde la cabeza en tabernas y muchas vidas en las empalizadas. Lo que sucede en Civitas Themesiensis, Lugosch (Lugoj), Nagylac (Nadlac), Temesrékás (Recaş), Csanád (Cenad), en Bécs (Viena), en España o, más lejos aún, en las orillas del Mar Océanico, lo sabemos por boca de un mercenario español. Originario de La Mancha, Antonio Represa puede ser un pariente de Don Quijote y Sancho Panza. Cruza el mundo del siglo XVI, ama y lucha con pasión, llega a los terrenos pantanosos vigilados por la torre del agua, tratando de reforzar la defensa de la ciudad. Su interlocutor es un personaje callado, el licenciado (¿ficticia proyección de Cervantes?), a quien le cuenta las nuevas aventuras y le recuerda las antiguas. En su movimiento oscilatorio, la narrativa combina pasado y presente, el dramatismo de las historias infelices y la feliz memoria del personaje narrador […].
Grațiela Benga