¿Hay algo de real en esta obra o solo lo parece?
Esta es una pregunta que me han hecho muchos de los lectores que han contactado conmigo. Y la respuesta no es simple, hay más realidad de la que uno puede esperar. Sobre todo, de vivencias personales. Esta obra intenta demostrar que siempre hay algo de realidad en la ficción, aunque haya mucho más de ficción en la realidad.
¿Cómo fue el proceso de creación? ¿Tenía clara la complicada estructura desde el principio?
El proceso creativo fue una experiencia muy satisfactoria. Pero, en realidad, antes de decidirme a publicar Ídolos de Cristal, llevaba varios años trabajando en una obra mucho más extensa. Y, en principio, esa era la obra que quería publicar. Pero después de leer los manuscritos una infinidad de veces, llegué a la conclusión de que, para poder comprender realmente la profundidad de la obra, era necesario tener algunas ideas preconcebidas de ciertos personajes. Y eso me llevó a escribir Ídolos de Cristal. Juan es uno de los personajes principales de esa otra obra (de la cual prefiero no adelantar el titulo) y necesitaba presentarlo a los lectores de forma natural, para que pudieran profundizar en su percepción del mundo, acompañándole a lo largo de su evolución.
La estructura en sí, a groso modo, la tenía clara porque se desprende de esta otra obra que te comento, pero he dado más libertad a los personajes de lo que tenía pensado y eso me llevó a hacer ciertas modificaciones en muchos textos.
Las partes que tienen más dedicación, por decirlo de algún modo, son las que tienen referencias musicales. Porque no solo son referencias, en realidad se están describiendo obras musicales reales y tardé varios meses (y unos cuantos libros leídos de teoría de la música, videos de YouTube, etc.) en integrar el texto con la música.
Lo mismo con los códigos ocultos en el texto y las referencias matemáticas, en fin…
Es una novela que tiene mucho más de lo que se muestra a primera vista.
¿Cómo recomendaría Ídolos de cristal a sus potenciales lectores?
Bueno, esa es la pregunta del millón, porque nada me gustaría más que poder vivir de la escritura, que es algo que llevo muy dentro y para mi es casi como una terapia.
Ídolos de Cristal es una novela diferente a lo que se suele encontrar el lector normalmente. Es literalmente una montaña rusa emocional, con una narrativa muy gráfica que hace que el lector tenga la sensación de estar mirando una película. Y, después de leerla, muy difícil será no tener emociones contradictorias.
Te comento que hace unas semanas lancé una edición especial en Amazon Kindle con contenido adicional inedito, que ya está disponible. Y el día 15 de octubre lanzaré una promoción especial donde la novela estará gratuita durante 48hs.
¿En qué género clasificaría Ídolos de cristal?
Desde el primer momento me ha resultado muy difícil de clasificar. Si bien es ciencia ficción, tiene un trasfondo filosófico, erótico, cómico, dramático y culto, en algunos momentos, que hace que cualquier etiqueta se quede pequeña. Lo que desde luego no es, es una obra infantil.
¿Se atrevería con otro género literario?
Sí, me encantaría poder dedicarme a tiempo completo y poder sacar a la luz varias ideas que llevan rondándome la cabeza mucho tiempo.
¿Algún proyecto en ciernes?
Aparte de la obra que te he comentado antes, tengo otros dos libros a medias relacionados con esta misma trama. Y, por otro lado, con un antiguo compañero, estamos trabajado en los ratos libres en una obra juvenil o más bien, infantil.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias, filosóficas y artísticas?
Bueno, aquí la lista podría llegar a ser muy larga. Creo que los principales podrían ser: F. Nietzsche, Hermann Hesse. Pero que a lo largo de mi vida he tenido cambios de pensamiento al leer a Viktor E. Frankl, Marx, Engels, Adam Smith, Alan Moore, Churchill, Gothe, Dante, D. J. Salinger, Masamune Shirow, entre otros.
Artísticamente, muchas de las escenas de mis relatos se me han ocurrido mientras oía música. Mi grupo favorito es Queen.
Soy gran admirador de Tolkien, de Umberto Eco y de Robert Graves.
¿Ha recibido ya algún feedback de los primeros lectores?
Lo cierto es que sí. La gran mayoría, buenas críticas y muchas preguntas sobre las partes referenciales. Lo que me hizo realizar una entrada en mi Blog haciendo unas aclaraciones sobre las frases en latín y alemán que salen en la obra. Lo mismo que me han preguntado mucho sobre el código numérico de los agradecimientos y, por ello, he incluido en mi web un apartado donde se puede descifrar el código.
¿Quién es? (En sus propias palabras)
Martin Bernal. Nacido en Argentina un curioso día de 1985, de familia Marplatense con raíces españolas.
En 2001 llegó a Burguillos (Sevilla), donde residió hasta que puso rumbo a Madrid. Cursó sus estudios en la zona norte de la capital, pero antes de llegar a terminarlos, contra toda lógica se alistó en la Brigada Paracaidista, donde permaneció seis años.
Dando un giro a su trayectoria profesional, se adentró en el mundo de la hostelería, especializándose en la rama de gerencia y administración. Es en ese momento de su vida cuando comienza a escribir.
Amante de la literatura, la gastronomía y el humor negro. A lo largo de los años va dando forma a una historia que se va extendiendo mucho más de lo esperado. Alentado por su familia y amigos toma la decisión de publicar la novela. Pero antes de entregar el manuscrito, cambia de opinión y decide escribir otra historia más corta a modo de introducción.
Todas estas circunstancias le llevaron a emprender la gran aventura que hoy tienes delante. Y, si bien en sus textos se pueden atisbar fragmentos de una confesión general, no existe en ellos representación exacta de ninguna vida.